Con frecuencia emerge en el debate público alguna propuesta de reducción del número de parlamentarios. Ciertos sectores políticos son insistentes en plantearlo. El año pasado el Presidente de la República, durante su cuenta pública, sugirió retornar a los 120 diputados que existían hasta antes de la elección de 2017 y desde diciembre del año pasado tal iniciativa se encuentra en tramitación en el Congreso. Revisemos los alcances de esta idea.
No existe fórmula o ecuación que nos diga cuál es la cantidad ideal de parlamentarios que requiere un país. En cada Estado las realidades son distintas y para cada necesidad hay diferentes soluciones. Para simplificar nuestro análisis, emplearemos como referencia únicamente a la Cámara de Diputados, integrada hoy por 155 miembros. ¿Sabía usted que en Estados Unidos la Cámara Baja tiene 435 integrantes y que en Francia esa cifra asciende actualmente a 577? Sólo por nombrar a los dos primeros países del mundo que elaboraron constituciones.
Al momento de adoptar una posición frente a este problema debemos tener en cuenta dos cosas: ¿Qué se busca con los parlamentarios? y ¿Cuántos parlamentarios ha tenido Chile en el pasado?
En relación con la primera pregunta es necesario señalar que un régimen genuinamente democrático persigue que todos los intereses de la sociedad estén representados en el órgano legislativo. Y parece que eso no se logra disminuyendo la cantidad parlamentarios.
Para comprobarlo, acudamos a un ejemplo. Supongamos un escenario en que tenemos 10 ciudadanos y que ellos pueden escoger sólo un representante. En ese caso probablemente resultará elegido quien obtenga 6 votos, cuestión que hará que los intereses de los otros 4 electores no obtengan representación. En cambio, si esos mismos electores pudiesen elegir 2 parlamentarios podría acontecer que se escoja a uno con 5 votos y a otro con 4. En tal hipótesis solamente los intereses de una persona quedarían sin representación.
Una respuesta a la segunda interrogante enunciada nos proporciona otros elementos para analizar este asunto. Originalmente la Constitución de 1925 – casi un siglo atrás – permitía la elección de 132 diputados. Aquello acontecía cuando Chile contaba con una población de menos de cuatro millones de habitantes. Hoy, proyecciones indican que esa cifra se acerca a los diecinueve millones. Saque usted sus propias cuentas y extraiga conclusiones.
Dr. José Ignacio Núñez
Académico Facultad de Derecho, UCEN