Las nubes de Jerjeles en las inmediaciones del río Lluta fueron una verdadera pesadilla para los habitantes y trabajadores agrícolas del valle del Lluta en 2020 y 2021, años en los que el Programa de Gestión Integrada de Dípteros Hematófagos Asociados al Rubro Agropecuario de la Provincia de Arica ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi y financiado a través de un Fondo Nacional de Desarrollo Regional FNDR del Gobierno Regional de Arica y Parinacota, no se pudo llevar a cabo, como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Consecuencias que se pueden observar hasta el día de hoy, pues, pese a que se reanudó el programa durante 2022, el aumento de la población de Jerjeles significó también una mayor cantidad de aplicaciones del bioinsecticida Bacillus thuringiensis var. Israelensis el cual permite mitigar los estadios inmaduros de jerjeles reduciendo de esta forma las poblaciones de adultos.
Es por este motivo que el suplemento aprobado por el Gobierno Regional de Arica y Parinacota de 36 millones de pesos, y gestionado por la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura de la región, es tan relevante.
Para el Gobernador Regional, Jorge Díaz, es de suma importancia que los agricultores tengan condiciones para desarrollar su labor agrícola. «Una de las dificultades principales que han tenido los agricultores es precisamente las condiciones para trabajar la tierra y esas condiciones se ven dificultadas cuando se producen estas plagas de jerjeles o de simúlidos hematófagos”.
La máxima autoridad regional valoró el trabajo con INIA, asegurando que, “nos interesa proteger a los agricultores de nuestro valle, que la productividad aumente, que ellos tengan las mejores condiciones para la agricultura en la región y por eso es que no solamente estamos dando continuidad a este programa, sino que estamos destinando recursos para que se cree un producto nacional y para que el INIA tenga un laboratorio y pueda generar todos los estudios para los jerjeles como de polvoritas que es otro insecto hematófago que solamente está acá y tenemos que controlarlo porque eso va a favorecer a la agricultura”.
La Seremi de agricultura, Danisa Pallero Zárate, sostuvo que “este programa nos permite hacer un control exhaustivo muy importante para la tranquilidad de las personas que viven y trabajan en el Valle de Lluta. Gracias a este proyecto INIA logró reducir en un 15% las larvas del insecto presentes en cursos de agua del valle de Lluta a igual fecha del año pasado y eso se traduce en una mejor calidad de vida. Es un avance muy importante y agradecemos al Gobierno Regional entregar estos recursos que aportan a ejecutar el conocimiento técnico de INIA y ponerlos al servicio de la comunidad”.